Aquí está Jesucristo con ocho años, sin palas. Pero... ¿dónde están esos dientes de leche? ¿Quién tiene estas reliquias? ¿Por qué omite la Biblia este episodio? Lo único que sé es que si reuniéramos todas las piezas tendríamos
la dentadura postiza de Cristo. Y solo Dios sabe qué nuevas maravillas podríamos masticar con ella...